Había una vez un desarrollador brillante que consiguió todo lo que creía querer: un ascenso a CTO.
A diario, consultaba su panel de control, que mostraba cifras impresionantes: 47 puntos de historia completados, 95 % de cobertura de código y cero errores críticos en la fase de pruebas. El equipo trabajaba más duro que nunca.
Pero un día, la junta directiva hizo una pregunta simple: “¿Cuándo estará lista la función X para nuestro cliente más importante?”
Nuestro CTO observó sus hermosas métricas y se dio cuenta… que no tenín idea de como responder esta pregunta.
Por eso, empezaron a investigar más a fondo. ¿Por qué alcanzaban todos sus objetivos, pero seguían incumpliendo los plazos? ¿Por qué su impresionante velocidad no significaba nada a la hora de cumplir con los plazos?
Gracias a esto, descubrieron la verdad: estaban midiendo cuán ocupado estaba su equipo, no cuánto valor estaban creando.
Hasta que finalmente aprendieron el secreto que lo transformó todo: la diferencia entre medir la actividad y medir el impacto.
Esto es lo que he aprendido con organizaciones que pasan por este mismo desafío:
Medir el proceso de desarrollo de software es difícil.
Repito: ¡Medir software es difícil! Y medir la productividad es especialmente difícil. Y en la era de las herramientas, el problema se ha agravado.
Necesitamos una indicación de qué y cómo estamos desarrollando software. En organizaciones medianas y grandes, necesitamos que las medidas sean lo suficientemente estables como para poder compararlas con productos, equipos, etc.
Medir el proceso de desarrollo de software es costoso:
Por lo tanto, se debe medir solo lo que importa para su organización: ¿Necesita marketing saber cuándo una función está lista? En ese caso, las unidades basadas en el alcance, como la velocidad, no son suficientes. Para el héroe de esta semana, le sugiero que considere las siguientes medidas:
•Tiempo de ciclo desde la idea hasta la producción¿Cuánto tiempo se tarda en entregar una función desde el concepto hasta el cliente? Esto te da información sobre todo tu proceso de entrega.
•Plazo de entrega para Fixes: Cuando algo falla, ¿con qué rapidez puedes enviar una solución? Esto demuestra la agilidad de tu equipo.
¿Por qué esto importa?
Como novel CTO, nuestro héroe se encontraba decidiendo entre la deuda técnica y la entrega de funcionalidades. Las métricas anteriores te ayudan a encontrar el equilibrio adecuado. Cuando puedes demostrar a los inversores que reducir la deuda técnica mejoró el tiempo de ciclo en un 40 %, estás hablando su idioma.
La productividad de tu equipo no se trata de trabajar más duro. Se trata de trabajar en las cosas correctas, en el orden correcto, con las métricas adecuadas para demostrarlo.
¿Qué métricas estás monitoreando actualmente? ¿Te ayudan a tomar mejores decisiones o simplemente generan más ruido?
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Si bien los principios que se describen aquí son sencillos, su implementación efectiva suele requerir una comprensión detallada del contexto único de tu equipo. Es aquí donde el coaching basado en la evidencia marca la diferencia, acelerando tu camino hacia una productividad sostenible. Exploremos cómo aplicar estrategias personalizadas y basadas en la evidencia para medir la productividad en su organización y lograr resultados tangibles. Mandame un mensaje hoy mismo y definamos los primeros pasos hacia tu próximo nivel de productividad.
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